Si vas a hacer una ruta por Marruecos, Meknes no puede agraviar en la índice. Conexo a Fez, Marrakech y Rabat es una de las cuatro ciudades imperiales del país. La anciano parte de su esplendor e historia se la debe al sultán Moulay Ismail. Aunque en 1674 la ciudad no fuera más que una Kasbah, por capricho decidió trasladar la haber de Fez a Meknes. No te faltarán cosas que hacer en Meknes. Por suerte, se puede alcanzar fácilmente desde Fez. Te contamos 16 cosas que hacer en Meknes, una ciudad que vale la pena revistar.

16 COSAS QUE VER Y QUE HACER EN MEKNES (MEQUINEZ)

1. Disfrutar de su Medina, poco esencial que hacer en Meknes

Ver la Medina de Meknes ya es una razón para revistar la ciudad. ¡Es el principal atractivo! Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y no es para menos. De hecho, fue la Medina que más disfrutamos en Marruecos: las de Marrakech y Fez son estresantes, los vendedores no te dejan mirar tranquilamente las tiendas y eso hace que pierdan encanto. Te damos algunos consejos para sobrevivir al acoso de los vendedores y otras advertencias de seguridad, aplicables a todas las ciudades marroquíes.

Pese a que la Medina de Meknes es muy pequeñita, en efectividad es súper variada y es un buen sitio donde comprar souvenirs. Al ser menos turística, es mucho más permuta que las que hemos comentado anteriormente. Sin duda, perderse por sus calles estrechas sin rumbo es poco imprescindible que hacer en Meknes.

2. Servirse para comprar en los zocos

¡Comprar en los zocos es toda una experiencia! No puedes dejar acaecer la oportunidad. Seguramente visitarás Fez o Marrakech más delante, así que aprovecha para llevarte artesanías marroquíes al mejor precio. ¡Serán el mejor regalo de tu paso por Marruecos!

Eso sí, tendrás que regatear un poco para que no te den un sobreprecio por ser turista. En el Souk Nejarine encontrarás un montón de tiendas de ropa y otros productos textiles mientras que en el Souk Sebbat disfrutarás de las mejores artesanías marroquíes. ¡Tienes de todo un poco!

3. Examinar la Madraza de Bou Inania, poco imprescindible que hacer en Meknes

Si no conoces la Madraza de Bou Inania, te perderás de una de las joyas más bonitas de la ciudad. Al igual que Fez, Meknes incluso tiene una madraza con el mismo nombre, y para nosotros, mucho más bonita. Visitarla es poco imprescindible que hacer en Meknes. Este edificio fue construido en el siglo XIV y está considerado como uno de los mejores monumentos que los merínidas dejaron en la ciudad. Es una auténtica maravilla de la bloque islámica. Sus columnas y puertas están perfectamente decoradas y muy admisiblemente conservadas.

El concurrencia es súper tranquilo, sobre todo si la comparas con algunas madrazas en Fez o en Marrakech. Estuvimos disfrutándola solos durante más de media hora. Poco inútil en otros sitios similares. La entrada cuesta 60 dirhams (6€ aproximadamente) ¡No te olvides de visitarla!

4. Guiarse con la Gran Mezquita, uno de los edificios más bonitos que ver en Meknes

En paisaje de que no se puede entrar a la Gran Mezquita, porque está prohibido para quienes no son musulmanes, entonces tendrás que conformarte con verla desde cualquier punto de la ciudad. Poco cotilla que hacer en Meknes es tomar la Gran Mezquita como remisión. Este edificio religioso, que data del siglo XI, fue construido por los almorávides. Se encuentra en pleno centro de la Medina. Así que si te pierdes, toma como remisión su alminar verde y dirígete en esta dirección. ¡No defecto!

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5. Conocer la plaza El Hedim, la miniatura de Jamaa El Fna

Aunque es cierto que nos defraudó un poquito teniendo en cuenta la esplendor de Jamaa El Fna, hay que asilar que es suficiente curiosa. Con la preeminencia de que esta es más tranquila. Encontrarás vendedores ambulantes, camareros que te insistirán (aunque cero comparado con Marrakech) para que comas en su restaurante y otras sorpresas.

Esta plaza limita por un costado con la Ciudad Imperial y con la Medina por el otro. Te aconsejamos que la conozcas por la mañana y al anochecida, ya verás que no tienen cero que ver. ¡Así que añade esta turista dos veces a tu itinerario!

6. Delirar con la belleza del Museo Dar Jamai

Cabal en frente de la plaza El Hedim se encuentra el Museo de Arte Marroquí, o incluso conocido como Dar Jamai. ¡Si eres querido del arte, este espacio es para ti! El palacio se construyó en 1882 y hasta 1920 fue la residencia de la clan Jamai, aunque desde entonces se convirtió en museo. Allí podrás contemplar muchísimos objetos históricos como alfombras, esculturas… pero sobre todo merece la pena que disfrutes del edificio y de su huerto andaluz. ¿Te imaginas poblar en este palacio de ensueño?

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7. Enamorarse de la Puerta Bab El-Mansour, uno de los principales atractivos que ver en Meknes

Durante tu paso por las ciudades de Marruecos te encontrarás un sin número de puertas, pero ninguna tan ilustre como la de Bab El-Mansour. Mide 16 metros de stop y se encuentra en uno de los extremos de la plaza El Hedim. Este es el icono de la ciudad, así que no te lo puedes perder. Su construcción terminó en 1732 tras 60 primaveras de construcción. ¡Un dispendioso y arduo trabajo!

Fue un encargo del conocido Sultán Moulay Ismail y esconde una lema más que curiosa, aunque es probable que sea falsa. Cuando el sultán preguntó al arquitecto si la podría poseer hecho mejor, él le respondió que sí. Entonces el sultán lo ejecutó. Sin retención, la puerta se acabó en 1732, mientras que Ismaíl falleció en 1727. Cierta o no, la historia es suficiente curiosa.

8. Y incluso la de Bab El-Khemis, otra de las mejores puertas que ver en Meknes

Ausencia se compara con la belleza de la Puerta Bab El-Mansour, pero esta incluso merece que la conozcas. La Puerta Bab El-Khemis fue construida en 1673, por lo que es incluso más antigua que la de Bab-El Mansour.  ¡Un par de fotos en este sitio quedarán preciosas!

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9. Acercarse al Cripta de Moulay Ismail

El sultán Moulay Ismail fue de gran importancia para la ciudad, Meknes no sería lo que es hoy es sin él. El sultán cambió y construyó la historia de la ciudad por completo. Fue el encargado de trasladar la haber del reino de Fez a Meknes en 1675. Además fue quien dotó a Meknes de este carácter imperial. Ordenó construir una muralla de más de 40 kilómetros de perímetro para proteger el palacio y la haber. 

En Meknes el sultán es un personaje querido, aunque incluso tiene un pasado suficiente impreciso. Se dice que le encantaba ejecutar esclavos, incluso algunas veces por simple placer. En total se calcula que ejecutó a más de 36.000 inocentes a lo dispendioso de su vida. ¡Un nota muy cotilla que te pone los pelos de punta de solo escucharlo!

Si tienes curiosidad, otra cosa aconsejable que hacer en Meknes es acercarse al sepulcro del sultán Moulay Ismail. Su interior es espectacular, ya que cuenta con detalles arquitectónicos increíbles. Sin retención, el acercamiento a la mezquita está prohibido para los no musulmanes. Si quieres verlo, tendrás que hacerlo desde el foráneo.

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10. Examinar la terrible prisión de Kara, una de las visitas más conmovedoras que hacer en Meknes

Si quieres hacer una paisaje fuera de lo popular en Meknes puedes ir a la prisión de Kara. Aunque no figure en los principales atractivos de la ciudad, es otra de las visitas recomendables que hacer en Meknes. Es una actividad fuera de lo popular, aunque se necesitan unas cuantas coraje extra para ir. Se tráfico de una prisión subterránea construida en el siglo XVIII, fue donde el mismo Moulay Ismail encarcelaba a los esclavos cristianos ayer de ejecutarlos. ¡Impactante!

Sin duda, se te pone la piel de cobarde viendo las condiciones que tenían que sufrir los esclavos: sin luz y con mucha humedad. La entrada cuesta 60 dirhams (6€ aproximadamente).

11. Respirar el éter de ciudad imperial

El sultán Moulay Ismail se encargó darle poder a Meknes nombrándola haber del país. En la hogaño todavía se puede respirar ese éter imperial, especialmente si te das una revés por la zona de la Cité Imperiale de Meknes. Tendrás que recorrer una avenida suficiente larga y con mucha seguridad ayer de alcanzar al Palacio Vivo. ¡Sentirás como si viajaras en el tiempo!

12. Conocer el Palacio Vivo de Meknes

En esta índice no puede agraviar el Palacio Vivo de Meknes. Igual que cualquier ciudad importante de Marruecos, Meknes incluso cuenta con un palacio que pertenecía a la realeza. La mala información es que, como otras localidades, no se puede entrar al palacio. Tendrás que conformarte con verlo desde fuera.

El Palacio Vivo de Meknes fue construido por el sultán Moulay Ismail, donde residió hasta su homicidio. A parte de ser la residencia de este sultán, incluso lo fue para varios monarcas, incluso a posteriori de que la ciudad perdiera su título de haber.

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13. Sorprenderse con la belleza de los Establos Reales, una de las cosas más interesantes que ver en Meknes

Sí pueda que suena poco extraño o poco interesante conocer un par de establos, pero estos pertenecían al Palacio Vivo. Pese a que están un poco alejados del centro, merece la pena acercarse. En la turista distinguirás dos zonas, una interior y otra foráneo. La interior es suficiente oscura y húmeda, se utilizó para acumular el fruto. Sin retención, la más interesante es la foráneo, que se utilizó como establo vivo para persistir a los caballos. Esta parte es bonita y muy auténtica. Aunque no sea muy ilustre, merece la pena caminar y relajarse.

14. Relajarse en el estanque Swani, poco diferente que hacer en Meknes

Posteriormente de conocer los Establos Reales, debes dar una revés por el precioso estanque Swani. Muchos locales vienen a pasear y a hacer gimnasia físico en sus alrededores ya que es uno de los pocos espacios tranquilos que hay en la ciudad. Es ideal para relajarse y darse un respiro de la ajetreada ciudad. Posteriormente de una mañana de visitas, no está de más relajarse con esas vistas.

15. Escaparse a Volubilis

Explorar Volubilis es poco imprescindible que hacer en Meknes. Un nota cotilla es que mucha multitud opta por hacer esta excursión desde Fez, pero resulta más acullá y sale más caro. Así que más vale emplear. Volubilis es el filón arqueológico mejor conservado del Boreal de África. En su momento era una ciudad romana que hoy tiene más de 24 siglos de decrepitud. ¡Parece mentira que puedas caminar por este espacio tan antiguo!

Se dice que Volubilis fue fundada por los cartagineses en el siglo III a.C. con el nombre de Oulili. Sin retención, en el año 40 pasó a formar parte de los romanos. El filón ocupa unas 20 hectáreas y esconde auténticos tesoros como el Meta de Triunfo de Caracalla o el Templo de Júpiter Capitolino. La entrada cuesta 70 dirhams (unos 7€).

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16. Y incluso a Moulay Idriss

Para cerrar con alfiler de oro nuestra índice de las mejores cosas que hacer en Meknes, no puede agraviar Moulay Idriss. Si vas a Volubilis, deberías emplear y pararte a conocer la ciudad santa de Moulay Idriss. Está de camino, 5 kilómetros ayer de alcanzar a las ruinas romanas. ¡Así que está de camino! Por lo común, la mayoría de las excursiones ya contemplan una parada a Moulay Idriss, pero asegúrate ayer de contratarla.

Moulay Idriss fue fundada en el 788 d.C. y lleva el nombre del bisnieto de Mahoma, Idrís I, fundador de Fez y de la dinastía idrísida, el primer estado marroquí. Aunque sea una ciudad santa, no hay presión ninguna con destino a el turista. Eso sí, es importante retener que no puedes entrar a su templo dedicado si no eres musulmán. Explorar esta ciudad es una recomendación que hacer en Meknes que no te puedes perder.

MAPA DE LAS MEJORES COSAS QUE VER Y HACER EN MEKNES