El fabuloso preparador de fútbol cubano Orlando “El Pibe” Forcade, quien dedicó toda su vida a formar deportistas en la pulvínulo, sobre todo niños, murió en La Habana a los 86 primaveras.

Según la revista especializada Play-Off, Forcade falleció el viernes por la indeterminación poco luego de conversar con Dayron Reyes, “El Messi cubano”, uno de sus antiguos pupilos que ahora juega en el Inter Miami CF II.

“Cuando finalizaba la comunicación (…), dejó de palpitar el corazón de ‘El Pibe’, como era conocido. En sus más de 60 primaveras dedicado a este deporte se convirtió en el ‘padre’ de muchos futbolistas de la Isla”, precisa la información.

Durante décadas, el mítico preparador ayudó a formar a muchos jugadores de la haber que luego llegaron a la selección franquista, para lo cual echaba mano incluso de sus propios bienes y salario.

Por varios primaveras, poliedro que su salario no era muy suspensión, simultaneó distintos trabajos para tener más ingresos “para que mis niños pudieran desarrollarse”, contó en una entrevista en 2022.

Fue uno de los fundadores del estadio Eladio Cid, por otra parte de preparador de los equipos de La Habana en las diversas categorías.

Por otra parte, como educativo transformó la conducta de niños y jóvenes provenientes de barrios marginales y a través del deporte los encaminó y los ayudó a convertirse en buenas personas.

“Los niños, por otra parte de competir, tienen que divertirse, pero como profesor no es suficiente enseñarles sobre el fútbol, sino todavía de títulos y de la vida. Un futbolista debe ser disciplinado y abastecer una buena conducta”, declaró a Play-Off.

Tras conocer la comunicado de su homicidio, algunos de sus antiguos alumnos le dedicaron palabras de despedida.

“Ahora mismo me siento muy mal, era mi todo, mi fuerza. Fui la última persona en verlo, me escuchó a mí por última vez y luego, a los minutos, falleció. Pareciera como si me estuviera esperando para despedirse. No sé si algún día tendré para agradecerle por todo lo que me enseñó”, dijo Dayron Reyes.

“Forcade es mi Todopoderoso, me encaminó en la vida”, recordó Onay Martínez. “Yo no escuchaba a nadie y era muy impulsivo, pero cuando hablaba El Pibe tenía que hacer silencio y lo escuchaba. Le guardo un respeto enorme a ese señor. Él era muy sacrificado y ponía de sus bienes para que pudiéramos entrenar. A mí me enseñó a coser balones y zapatos, marcó la diferencia”.

Por su parte, Yasdel Gonzáles Drake expresó que si hoy es Universitario en Civilización Física es gracias a Forcade.

“Si hoy no estoy preso o muerto se lo debo a él. Muchos jóvenes de los repartos Vieja Linda, Patricio Lubumba y otros, solo pensábamos en la guapería y él nos hizo enfocarnos en el fútbol y nos sacó de ese esfera. Otra curiosidad era en el diversión: todos los equipos tenían muchos bienes y jugaban con trajes lindos. Nosotros éramos de barrios humilde y el traje no era de los mejores, le decíamos la remolacha por lo feo que estaba. Presente que nos decía: ‘lo más importante es pugnar con inclinación y demostrar en la cancha'”, subrayó.