x
Deportes

Los pésimos resultados no son omisión de los atletas sino del sistema de entrenamiento válido

Los pésimos resultados no son omisión de los atletas sino del sistema de entrenamiento válido
  • PublishedDecember 16, 2023

[ad_1]

Iván Cambar, medallista de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, es uno de los mejores pesistas cubanos de los últimos lustros.

Por lo universal, un muchacho callado y serio, que accedió apetecible a compartir parte de su vida con los ávidos lectores de CiberCuba.

Iván Cambar (al centro): Cortesía del entrevistado

Muy contento de conversar contigo. Siempre rememoración con deleite tu entrevista tras la final del torneo soberbio de mancuerna en Londres. Así que aquí me tienes.

Te agradezco la deferencia ¿qué haces en este momento, dónde vives?

Vivo en la increíble ciudad canadiense de Montreal. Tenemos una compañía de renovación de interiores de viviendas: baños, cocinas, habitaciones; nuevos diseños. Unánimente prestamos servicio a otras empresas por lo que te darás cuenta de lo amplio que resulta este trabajo.

Encima de eso, hace muy poco, lanzamos nuestro tesina, Cambar, que consiste en un pabellón, un punto donde entrenar; establecer la marca Cambar que muy pronto podrás ver en las redes.

¿Cuándo llegas a Montreal?

Vine en el 2017, reclamado por Leysi Jiménez, mi novia, atleta de tenis de mesa que había negligente la delegación en los Panamericanos de Toronto en el 2015.

¿Primeros pasos en las mancuerna? ¿Siempre te gustaron las mancuerna o pensaste en otros deportes? ¿Primer monitor?

Soy de Río Cauto, Granma. Allí di mis primeros pasos en las mancuerna. Ramón Arcia y Edgar Mendoza me descubrieron; mis respetos para entreambos. Empecé en el pabellón que estaba al costado del estadio.

Si te digo que no me gustaba la halterofilia ¿lo crees? Pues no, no me gustaba. Lo mío era ser mecánico y esa pasión sigue en mí. Ahora mismo acabo de arreglar mi jeep. El otro deporte por el que siempre me incliné fue la lucha.

¿Eres de la pirámide del detención rendimiento?

Sí, porque de ese inicio pasé a la ESPA provincial “Simón Bolívar” de Bayamo donde fui educando de ese gran profesor y persona que es José Tamayo Soler. Con él aprendí lo que significaba la palabra élite. Y Julita, créeme, no fue realizable. Mi técnica era pésima. La fuerza nata que yo tenía la tuve que convertir en fuerza rápida. Con él pude cambiar mis hábitos al alzar las mancuerna, poco que me sirvió mucho en el equipo doméstico.

¿Cuál ha sido el mejor monitor en tu carrera?

Respeto a todos pero el mejor, sin dudas, el señor Ramón Madrigal aunque con el que mejor estuve fue con Vicente Gálvez, quien me hizo advertir cómodo con mi plan de entrenamiento, poco muy importante. Compartió mucha información conmigo al punto de poder yo entrenar a algunos compañeros como Javier Vanegas y Yadiel Núñez.

Y esto puede resultar extraño pero es que decayó tanto el sistema de entrenamiento de la selección doméstico que muchos preferían escuchar más a un atleta como yo que a los propios técnicos. Es penoso decirlo pero así era.

Por ejemplo, yo confiaba mucho en Yordanis Borrero, juntos nos ayudábamos. Teníamos un sistema de entrenamiento filtrado; o sea, compartíamos lo que nos mandaban a hacer con lo que hacíamos en verdad.

El equipo doméstico llegaba muerto a las competencias, por un plan de entrenamiento mal configurado y ahí vinieron esos grandes como Pablo Lara, Sergito Álvarez, Yoandris Hernández y Joel Mackenzie a abrirme los fanales para malquistar favorablemente la lid. Ellos sabían cómo entrenarse, me enseñaron a entender el sistema de Planificación.

En mi caso adicionalmente, yo pude compenetrarme con Gálvez, aprendí mucho de él. Luego me planificaba yo solo y a mi vez orientaba a mis compañeros más jóvenes. Son cosas que no se dicen pero que existieron.

¿Cuántos abriles en la selección doméstico?

Diez abriles, de 2004 al 2014.

Iván Cambar (izquierda): Cortesía del entrevistado

Los Juegos Olímpicos de Londres son inolvidables para ti. Esa medalla de bronce levantó los corazones de millones de cubanos. ¿Puedes narrarme alguna lance de aquella excursión del primero de agosto de 2012?

Ay Julita, esos Juegos marcaron mi vida para siempre; esa medalla me dio el valencia que necesitaba para imponerme a lo que tuviera por delante ¿sabes? Luego que tú me entrevistaste en la Villa, aquella tinieblas con aquel frío, yo regresé a mi cuarto muerto de cansancio y no lograba conciliar el sueño. Solo miraba la medalla.

Al otro día me sentía con mucha energía a pesar de no acontecer dormido; me fui al observador, el sol saliendo. Pude ver a los atletas que ya se encaminaban a sus respectivas tareas y comprendí que era auténtico, que… ¡yo era medallista soberbio! Me tomó un día asimilarlo.

Claro, tuve dos rivales inalcanzables, los chinos Lyu Xiaojun y Lu Haojie pero la confianza que a mí me dio esa competencia aún la conservo y me ha servido de mucho en mi vida contemporáneo. Ese bronce me hizo amparar por más de un día una frecuencia mental “alfa” jajajaja.

¿Hiciste alguna preparación particular para Londres?

No. Me sentía relajado y me dije: “Voy a entrenar sin presión y que salga lo que Todopoderoso quiera”, siempre con la convicción de que pasara lo que pasara en los Juegos Olímpicos, yo me iba a retirar; Londres fue mi zaguero torneo.

Pero no fue así.

Sí, porque a las otras competencias que asistí fui, y no me apena decirlo, a comprar “pacotilla”. Londres fue mi última competencia, un bronce que sabe a oro teniendo en cuenta mis dos operaciones previas y los problemas que todos teníamos con la preparación que al final se concretaba en los experimentados ayudando a los jóvenes en un sistema de entrenamiento oculto, como ya te he contado.

En Londres 2012, Iván Cambar levantó 155 kilos en puesta en marcha y 194 en envión para sumar 349 en el biatlón en la división de los 77 kilogramos. Encima, fue campeón panamericano de Río de Janeiro 2007 y Guadalajara 2011 así como séptimo punto en el Campeonato Mundial de Santo Domingo 2006 y sexto en los Olímpicos de Beijing 2008.

Fíjate si mi bronce soberbio impactó que en mi municipio oriundo, Río Cauto, entre 60 y 70 niños se inclinaron por la maña del progreso de mancuerna; adicionalmente, 11 ascendieron al equipo doméstico en un lapsus breve. Te pongo de ejemplo a la primera medallista mundial de Cuba, Ludia Montero, subtitular en el certamen del orbe de Pattaya, Tailandia 2019 en los 45 kilos. Ella es de Río Cauto y claro que me siento partícipe de su triunfo.

Las mancuerna cubanas han tenido grandes exponentes. La nómina la encabezan los campeones olímpicos Daniel Núñez y Pablo Lara así como otros grandes como Roberto Urrutia, Sergio Álvarez,Yordanis Borrero, Yoandris Hernández y Joel Mackenzie ¿te consideras ser un elemento de este insigne orden?

Es cierto que Núñez y Lara eran increíbles pero el resto no queda detrás. Hay que tener en cuenta que las condiciones en las que se desarrollaron unos y otros no fueron las mismas. Ellos podían realizar hasta cuatro sesiones de entrenamiento diarias, poco que no pudimos hacer mis compañeros y yo, porque nones tuvimos las condiciones mínimas necesarias para emularlos. Eran otros tiempos.

Para mí, en sentido universal, todo el respeto para el deportista cubano en sentido universal pues competimos en desventaja aún ayer de iniciar la competición. Se compite contra los chinos, contra los europeos… ¿Y? Ellos lo tienen todo cubierto: condiciones de entrenamiento, provisiones, medicamentos; es más, en muchas ocasiones utilizan sustancias prohibidas ajenas a lo que el deporte sano promulga y que les potencian sus resultados. Eso no es secreto. O sea, vamos en desventaja, no por la utilización de doping que no va con nuestro pensamiento, sino por todo lo demás. Conseguir subir al podio es poco que va más allá de nuestras expectativas.

Competimos y luego, en punto de descansar y disfrutar del resto del evento, tenemos que matarnos para en un día poder inspeccionar “al tío Francisco”, la “pacotilla” que tanta yerro nos hacía para poder sobrellevar poco a la grupo en Cuba.

A veces había que comprarla ayer de competir y eso, lo quieras o no, te quita tiempo de tu objetivo que era competir; te costal de concentración. Nos daba vergüenza que los otros deportistas nos vieran cargando maletines y maletines. Tú sabes lo que te digo Julita, tú lo viviste y tú igualmente cargaste maletines para tus hijos ¿o no? Por eso somos los mejores. Y sí, con orgullo me siento parte de ellos.

Sin comentarios. Y lo peor es que sigue sucediendo.

El Mundial de Polonia en el 2013 suponía quizás tu zaguero gran evento ayer del retiro ¿qué pasó que no fuiste?

Sencillo. No me habían transmitido la casa ni el carro y decidí no entrenar más. Luego me dieron el utilitario pero ya en mi habitante habían otras ideas. Me tomé un tiempo, seis meses; al retornar fui a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014, donde por cierto adicionalmente de vencer, quebré el récord del certamen en los 77 que entonces estaba en poder del inconmesurable Pablo Lara. Aún así decidí retirarme.

¿Qué memorias atesoras de tu primera incursión en Campeonatos Mundiales acaecida en República Dominicana 2006?

Increíble, parecía que podía lograrlo. Tan novicio, inexperto y sin casi nada acontecer competido internacionalmente, proyectar sexto fue como subir al podio. Mi división es una de las más fuertes del planeta.

Háblame de tus marcas ¿eres recordista doméstico en algún movimiento?

Mis marcas son 160 en puesta en marcha y 196 en envión. Soy recordista doméstico en biatlón con 356 kilos en los 77 y tengo el segundo mejor puesta en marcha de un cubano posteriormente del campeón soberbio de Atlanta 96 Pablo Lara. Encima, soy plusmarquista panamericano en el total.

Iván ¿qué opinión tienes de la halterofilia cubana en la hogaño? Cuba llegaba a barrer en Juegos Centro y Panamericanos, ocupaba sitiales a niveles olímpicos y mundiales. En estos momentos no creo nadie se acerque.

Para mí, el sistema de entrenamiento es totalmente disparatado. La dirección contemporáneo, encabezada por Jorge Luis Barcerán, es lo más desastroso que se ha vivido en la historia de las mancuerna cubanas, es un circo. Escribe eso, que lo digo yo. Las mancuerna no son ni el sueño de lo que eran.

Países como Perú le ganan a Cuba. Los pésimos resultados no son omisión de los atletas sino del sistema de entrenamiento válido, la mala vibra que se respira, el ver a los entrenadores como dictadores y no como pedagogos que guían y enseñan; entrenadores que hablan de revolución y títulos cuando ellos carecen de títulos.

Antaño podíamos ser comunistas y asegurar viva Fidel pero teníamos apego por el deporte; no era la revolución ni Fidel los que nos movían sino nuestro apego por el deporte. Pacotillábamos pero teníamos pasión por lo que hacíamos ¿ahora? ¡no!

Es omisión del gobierno porque ni siquiera es omisión de Barcelán, que es una persona tratando de sobrevivir. Lo conozco y sé que es una buena persona pero las circunstancias lo han convertido en lo que es en la hogaño. Él representa un sistema que no funciona.

¿Para ti, el mejor pesista cubano de la historia?

¿Para qué tú me preguntas eso? Jajajaja Daniel Núñez, titular soberbio de Moscú 80 es igualmente varias veces campeón mundial pero para los conocedores de este deporte, Pablo Lara es el indiscutible rey.

Yo coleccionaba las fotos de Pablo Lara, Sergito Álvarez y de todos los grandes y qué honor acontecer podido conocer a Pablo y Sergio. Fue un sueño hecho verdad. Para todos, mi respeto. Me siento parte de ese gran orden: los “abuelitos” Daniel Núñez, Pablo Lara y Roberto Urrutia; los más contemporáneos, Sergio Álvarez, Yordanis Borrero, Jadiel Valladares, Yoandy Hernández.

Estoy orgulloso de ellos y de mí ¿por qué no? Orgulloso por acontecer sido como fui, acontecer luchado porque las cosas mejoraran, acontecer hecho fuerza para erradicar lo mal hecho, acontecer elevado la voz por mi familia. Hay muchas historias que no se conocen y que pienso divulgar en mi canal de youtube que próximamente saldrá en las redes.

[ad_2]

Written By
cubatv

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *