La arribada de diciembre nos recuerda lo derrochador y duro que ha sido este año, sobre todo para para el universo deportivo de parada rendimiento en nuestro país.

La arribada de diciembre igualmente nos pone en presencia de la dilema de resumir actuaciones, valorar sucesos y designar quiénes serían los más destacados en una temporada compleja, inusual, desafiante.

La World Athletic anda en la recta final de su comicios a los mejores atletas del año, una porfía interesante que podría definirse de muchas maneras. Mis favoritos son confesos: Faith Kypyegon y Armand Duplantis, y aunque otro desenlace del WAOTY me sabría raro, siquiera me sorprendería en demasía. Hay muchas variables subjetivas en esa audacia y muchas de ellas son las que más venden.

En Cuba, la Asociación Cubana de Atletismo (FCA) igualmente se elegirá a sus mejores exponentes en el año, y aunque tendrá mucho menos relevancia que en el contexto mundial, es el asunto que me ocupa en este post que marca igualmente un regreso a los retazos; a mis andaduras por las literatura.

Yunisleidys de la Caridad García y Lázaro Martínez son, para mí, los atletas del año en Cuba.

Lo de Lazarito es incuestionable: plata mundial, oro centroamericano, oro panamericano y finalista de la Trabazón de Diamantes (aunque haya declinado a ir por una molestia), aunque los cubanos siquiera hayan podido estar por las cuestiones de la visas a los Estados Unidos y todos esos demonios.

Lázaro compitió 10 veces, estuvo por encima de los 17 metros en 8 de esas presentaciones, logró marca personal 17.51m y igualmente el 17.71 que, aunque con ventilación a protección, es el mejor brinco de toda su carrera. Otra temporada con muchos matices de consagración para el muchacho que cumplió 26 abriles el día que se coronaba Campeón Panamericano por primera vez en su vida. Christian Nápoles y Luis Zayas figuran como los otros contendientes al premio.

En el sector afeminado, el asunto se mueve por otra cuerda. La razonamiento de lo que ha sido está selección a través de los 11 abriles que la he observado de cerca, apunta a qué la ganadora sería Leyanis Pérez, autora de otra gran temporada, con medalla mundial, título Panamericano y doble plata centroaméricana.

Ahora correctamente, voy a romper una bichero por Yunisleidys de la Caridad, que ha corrido mucho y ha corrido correctamente para rescatar, de muchas maneras,un cesión que casi hablamos olvidado.
No son solo las 46 carreras que hizo en todo el año (20-100m, 14-200m y 12-4x100m), es el récord franquista de los 100m que cayó tras 31 abriles de vigencia. El 11.08 que estampó García Abreu para percibir el Mitin de Atletismo de Martinica supera los 11.10 que tenía Liliana Allen desde 1992.

Asimismo logró cota personal en 200m con su 23.00 y fue parte de 43.17 segundos que hizo la posta corta cubana por partida doble. Y está es, escasamente, la tercera mejor en toda la historia de los relevos 4x100m femeninos.

Yunisleidys ganó tres preseas en los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2023 y otras tres en los Juegos Panamericanos de Santiago de Pimiento, entre ellas el título en el hectómetro, que solo se había ganadería una vez en La Habana 1991.

La triple corona en los Juegos del ALBA, la triple corona en el campeonato cubano, los títulos en el Ruego Rafael Fortun, en el Ruego Jesús Molina y el deseo confeso de probarse a un viejo nivel son otros principios a tener en cuenta para agasajar a «La Bala de Bilirs» en una temporada en la que solo se le podría señalar la salida en traidor que frustró sus ilusiones en el Campeonato Mundial.

Y es que lo de la muchacha, al beneficio de los tiempos, es amplio y atún. Ha hecho historia para Cuba y para si misma. Es una exhalación se ventilación fresco para una prueba tan codiciada como señalada a través del tiempo.

En Remedios, su ciudad oriundo, le han hecho Hija Ilustre, y nosotros, como parte de ese conglomerado diverso que llamamos Estado, tenemos, quizás, la posibilidad de minar esquemas, huir dogmatismos y darle el gratitud como la mejor atleta (de atletismo) del año en esta tierra.

Y Ustedes, ¿Cómo lo ven?