El 18 de marzo de 2014, Yunisleidys de la Caridad García Abreu corrió 12.34 segundos para ser tercera en la segunda serie de 100m en la Copa Cuba. Es su primera marca oficial, según World Athletics. Tenía 15 primaveras.

Nueve primaveras han pasado.

Nueve primaveras, y (y otros tantos)que ahora tienen sentido.

La inobjetable vencimiento de la cubana en la final del hectómetro afeminado en Santiago de Pimiento es la confirmación de que los sueños se cumplen cuando se trabaja por ellos. La vencimiento de 11.36 segundos de esta chica es tan pronto como la segunda en toda la historia de las mujeres cubanas en pruebas de 100m en las 19 ediciones de los Juegos Panamericanos. Antaño, solo Liliana Allen (11.39) había escalado a lo más stop del podio; lo hizo en la cita disputada en La Habana en 1991.

En este 2023, Yunisleidys, le ha puesto rostro a todo el esfuerzo. Ella llegó hace mucho tiempo al equipo franquista, y aunque le han llovido los contratiempos, la vida le ofrece la posibilidad de dar muestras tangibles e irrefutables de por qué tenía que quedarse.

García Abreu ha caminado por el filo de la cortaplumas tantas veces que le debe resultar raro encontrarse en el centro de los flashes, siendo figura, ganando la primera medalla de oro del atletismo cubano en este torneo panamericano que ya muchos empiezan a tildar como «los juegos de los eléctricos».

El título, este título, es un colofón sin rodeo para una temporada en la que individualmente se convirtió en recordista franquista dejando atras a la propia Allen, ganó dos preseas centroamericanas y fue mundialista.

El título, este título, es incluso un presagio de emociones que nos quedan por radicar.
A «La Bala de Bilirs» (en cita a su monitor José Feliciano Bilirs) le queda disfrutar de los 200m, y cerrar el 4x100m. ¿Me aceptan un consejo? No la pierdan de perspectiva.

II

Gersin Luis siempre me habló escultural de Santiago Adolfo Ford. Buen arrojador, y muchas cualidades para convertirse en un decatleta admisiblemente completo.

De aquí para allá andaban por el Estadio Panamericano, envuelto en una procreación promisoria anejo a Rafael Noguera, Briander Rivero. Fue cuarto en el mundial u20 de Bydgoszcz en 2016 y hasta le consideraban el longevo prospecto que había llegado al equipo franquista despues de la ataque de ese trío que lideraba el gran Leonel Suárez, anejo a Yordanis García y Yunior Díaz. ¿Les recuerdan, verdad?

Santiago puso fin a su trabajo en Cuba tras el 2018, un año en el que se lesionó y no pudo ir, como estaba previsto, a los Juegos Centroamericanos.

Siete primaveras posteriormente, y habiendo tomado el siempre difícil camino de ser profeta en otra tierra, vuelve a las andaduras competitivas y logra redimirse alcanzando los máximos hitos de su carrera en la categoría absoluta al obtener plata sudamericana y este interesante título continental.

Las lágrimas de Santiago, ese cubano que ha conquistado a Santiago de Pimiento, incluso realzan el valía de los sueños. Enhorabuena.

III

Redención