Aún remembranza aquellos Outs en Home míos, sección que durante 25 abriles mantuve en el Noticiero Doméstico Deportivo, en los que jugaba con el patronímico de nuestro entrevistado de hoy, el siniestro de la caudal Rigoberto Arrebato.

Jajajaja. En impacto Julita, desde los juveniles usaste el Arrebato para equilibrar tus reportes en los juegos en los que yo lanzaba. Bonitos tiempos aquéllos, por cierto.

¿Qué haces en estos momentos, dónde vives?

Vivo en Tampa, Florida, desde 2013. Soy despreciable y vivo con mi esposa Nayla y nuestra hija de ocho abriles, Kayla y juntos formamos una clan oportuno. En realidad, no puedo quejarme.

¿En qué año decidiste migrar, por qué?

Estaba preparándome con Industriales para el inicio de la Serie Doméstico en 2009. Tenía sólo 22 abriles, recuerda que yo debuté muy jovencito, con tan pronto como 18. En la vida me había pasado por la mente la idea de ceder el país.

¿Entonces?

Entonces, en medio de una sesión de entrenamiento morapio a helminto otro pelotero del cual me reservo el nombre, para que yo lo acompañara en su intento de venir a probar suerte en el mejor béisbol del mundo.

Yo acepté con la condición de que mi primo, el todavía siniestro citadino Frank del Valle Arrebato, viniera con nosotros. Él había integrado equipos CUBA en categorías inferiores, 13-14 abriles, cadetes, juveniles, inmediato a estelares como Aroldis Chapman, Alennys Echevarría, Candelita Iglesias y Dayán Viciedo.

¿Y cómo materializaron la salida?

Vinimos en barca, salimos por Camagüey. Estuvimos nueve meses en Estados Unidos hasta que nos fuimos a República Dominicana, convirtiéndonos en agentes libres y así poder ser captados por los scouts de Grandes Ligas. Yo fui absorbido por los Yanquis de Nueva York y mi primo por los Chicago Cubs.

Tanto él como yo nos desempeñamos en la clase A musculoso y en mi caso fui subido a doble A con los Trenton Thunder, entre 2013 y 2015; en uno de ellos fuimos campeones. No olvido que en ese el equipo éramos varios los cubanos, el torpedero Yadil Mujica, el antesalista Rodnier Mustelier y los jardineros Apolíneo García y Gerald Sánchez. Había mucha camaradería entre nosotros, pero cuando menos lo pensé, me lesioné, estuve un año sin envidiar y me liberaron.

¿Ahí decidiste ceder tu carrera?

No. Jugué en ligas independientes y de ahí fui a México, donde formé parte del staff de pitcheo en calidad de refuerzo de los Diablos Rojos de Hermosillo. Jugué esa temporada y regresé porque mi esposa estaba preñada y decidí dejar el béisbol que me hubiera mantenido alejado de ella y la pupila.

Retomemos Cuba y tu paso por el béisbol. ¿Debutas con Industriales?

Sí, con 17 abriles, ya para entrar a los 18, recién concluida mi etapa como jovial. Para cualquier muchacho de mi permanencia era lo mayor poder vestir la franela azur; ahora sé que no es así pues los jóvenes tienen la capital puesta en otro sitio jajaja… ¡ya sabes!

Y si es cierto que en aquel entonces los Industriales eran la principal opción (y envidiar por el CUBA todavía, por supuesto; otros tiempos te reitero) a mí me gustaron más los Metros. La escuadra roja me gustaba, me atraía mucho más. Nos divertíamos, éramos casi todos muy jóvenes. Éramos entusiastas, combativos, alegres ¿entiendes? Retozar con Industriales era un compromiso, era aquello de que “había que aventajar”.

Cuando echamos un vistazo a los numeritos, falta halagador resulta el resultado: en 90 innings de quehacer dos victorias y ocho derrotas y un promedio de limpias, no malo por cierto, de 2,90.

No quiero justificarme. Era una permanencia y estaba en un equipo que no exigía mucho, pero puedo asegurarte que muchas veces dejaba el surtido con delantera y los que venían detrás no aguantaban. Entraba uno de los que dejé en bases, que significaba la delantera o el triunfo, y ahí mismo se me fue el surtido.

Compara tu época con esta. El desastre total de nuestro béisbol que ni siquiera ganamos los Centro o Panamericanos.

¿Te digo la verdad? ¡No veo pelota! Ni la de aquí ni la de allá. No me interesa la pelota, puedes escribirlo ahí: ¡no me interesa conocer falta de falta! Quienes me conocen creerán que es mentira pero lo que quiero es radicar tranquilo, en mi casa, con mi familia, ver crecer a mi hija, darle todo lo que necesite y ser oportuno.

Pero me imagino que te alegre el buen paso de los cubanos por la Gran Carpa.

Por supuesto; me encanta que pongan el nombre de Cuba en stop, que demuestren la calidad del béisbol cubano. Eso no se discute.

¿Tú eres fruto de la pirámide del stop rendimiento o provienes de la masividad?

Yo empecé con 12 abriles en un contorno de San Miguel del Padrón, donde nací, pero un buen día se me rompió el manguito y al decirle a mi preparador, Julio si no remembranza mal, me dijo que fuera a mi casa y no regresara hasta que lo arreglara. Mira tú la forma de tratar a un peque.

A mi papá aquello no le gustó y me trasladó para Guanabacoa, donde fui captado para la EIDE “Mártires de Barbados”. No olvidaré nunca que Chú, un técnico muy agradecido en aquella etapa, me dio el uniforme y me recibió en la Villa de Pepe Antonio. Allí estuve bajo la patrocinio de José Luis Bernal y Guillermo Carbonero y en la EIDE entrené con Luis Suárez y Lázaro Coletilla. A todos agradezco mucho lo aprendido en el box.

¿Cuál era tu repertorio?

Recta, curva, slider y tenedor; en Estados Unidos aprendí a tirar el cambio con Orlando Chinea que como sabes es un experimentado preparador villaclareño.

De toda tu carrera ¿podrías narrarme una sucedido que no olvides?

Si supieras que la más relevante e inolvidable tiene que ver contigo.

No me digas ¿cuál?

En el Doméstico Lozano 2003-2004 cuando fuimos campeones al derrotar a Granma, tú me entrevistaste y en tu reporte decías: “Arrebato arrebató la corona”. Yo había agresivo ocho entradas con 11 ponches. Fue muy importante para mí esa vencimiento que cerró Cruel Puente con dos strikes outs más. Increíble aquel surtido, uno de los mejores de mi vida y siempre lo vinculo a ti.