Por Noel David Suárez

Una vez terminados los XIX Juegos Panamericanos de Santiago de Pimiento 2023 queda la resaca de esas 30 medallas de oro de logró nuestra delegación. Durante toda esta semana se seguirán colocando fragmentos de cada una de ellas, todas con varios puntos en global, la entrega de y el corazón de nuestros atletas.
Qué sentimiento más atún se experimentaba cuando escuchábamos: Medalla de Oro para Cuba, acompañadas por esa canción de Alexander Abreu que se ha convertido en la facción sonora de nuestras delegaciones en juegos múltiples, y que ya es parte de los logros deportivos de los atletas cubanos.
No sé si Alexander alguna vez imaginó que aquel tema atrevido por el año 2014, plagado de sentimientos de cubanía y de coito a su tierra, iba a tener tan exclusivo desenlace, pues ya no se puede ver separado de un evento múltiple, el tema siempre está, y le da un matiz tan exclusivo a la vencimiento que en reiteradas ocasiones nos humedecen los fanales y nos eriza la piel. Ese momento en que el deportista cubano pasea la bandera con Me Dicen Cuba de Fondo es único, porque es una canción que ha afectado época, evadido de todo ponzoña político que pueda existir de un banco o de otro, todos la cantan, y qué guapo es cuando esos cubanos que viven fuera asisten a un concierto de Habana de Primera y la piden, porque Alexander no la puede dejar de cantar, y cada vez que lo hace estremece a todo aquel que se sienta orgulloso de ser cubano, viva donde viva y piense como piense.
Han sido unos Panamericanos hermosos, no solo por las medallas de oro, las demás incluso, porque han demostrado que hay cubano para rato en el deporte, que ha pesar de las constantes pérdidas de atletas, la crisis económica que vive el país, los malos procederes de los que viven del deporte y no para él y la equivocación de voluntad en muchos de ellos, los deportistas cubanos salen delante, porque hay otros que sí echan el resto por colgarse al cuello una medalla y pasear su bandera🇨🇺, otros incluso que se desangran como entrenadores para que sus discípulos logren sus resultados.
Una de las escenas inolvidables que nos dejó Santiago 2023 fue el combate final de la luchadora Yunielys Guzmán, como se tiró en el colchón presa de la emoción y la alegría de haberse proclamado Campeona Panamericana, su monitor no lo pensó dos veces para pasar con destino a ella y abrazarla, y de fondo la infaltable canción con el fragmento del Himno Doméstico en la trompeta de Abreu, momento único, y es que se trabajó muy duro para alcanzar ahí.
Una vez más gracias a nuestros atletas, han demostrado que el deseo del triunfar para pasear su bandera y escuchar en la premiación su Himno se va por encima de cualquier problema financiero, político o social que tenga su país, por eso hay que sentirse orgulloso de cada uno de ello, porque se han llamado Cuba en estos días, y eso, se los aseguro, tiene un valía incalculable en estos tiempos tan complicados.
Nos vemos.