Crisis habitacional en Cuba: Una sinceridad sistémica
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MADRID, España.- La crisis de la vivienda en Cuba es más que un simple problema; es una sinceridad sistémica que permea la sociedad cubana, dijo y argumentó el arquitecto cubano y profesor de la Universidad de Miami, Rafael Fornés. En declaraciones a la revista informativa Martí Parte AM, Fornés destacó la formalidad del problema y señaló que se palabra poco al respecto en la Isla.
Una de las manifestaciones más evidentes de esta crisis son las llamadas “barbacoas“, una decisión improvisada delante la escasez de viviendas. Fornés explica que las familias cubanas aprovechan los altos puntales de los edificios coloniales para crear nuevos espacios habitacionales. Esta destreza, aunque no monopolio de Cuba, adquiere proporciones preocupantes en el país caribeño adecuado a la equivocación de soluciones técnicas y al peligro estructural que conlleva.
El arquitecto recuerda el derrumbe del Hotel Pasaje en la período de los 80, atribuido en parte a la carga y el peso de las construcciones improvisadas. Las barbacoas, adjunto con la colocación de tanques de agua en azoteas, son ejemplos de cómo la crisis habitacional se manifiesta en la vida cotidiana de los cubanos.
La expansión de La Habana en torno a adentro en las últimas seis décadas es otro huella preocupante. El entendido la describe como un aberración único en el mundo, una ciudad que ha retrocedido en su ampliación, encapsulando a sus habitantes en un maraña de barbacoas y azoteas convertidas en habitaciones.
Para Fornés, la crisis de la vivienda en Cuba es un proceso irreversible. Aunque se puedan restaurar y mejorar algunos edificios, la subdivisión y concentración habitacional en la caudal son desafíos monumentales que perdurarán en el tiempo.
El acercamiento restringido a materiales de construcción y las restricciones del sistema político cubano son identificados por el arquitecto como las principales causas del problema. Sin la existencia de la propiedad privada y el fugado mercado, la situación continuará siendo insoluble. Para él, la decisión pasa por un cambio profundo en el sistema político cubano, donde la dictadura debe desaparecer para dar paso a nuevas formas de ampliación y progreso.
Desde el expatriación, Fornés y otros expertos han estudiado la situación durante décadas y tienen propuestas concretas para afrontar la crisis habitacional en Cuba. Sin retención, estas soluciones no pueden materializarse adecuado a las restricciones impuestas por el régimen. Mientras tanto, el pueblo cubano sigue enfrentando diariamente las dificultades de una sinceridad donde la vivienda digna es un privilegio cada vez más inalcanzable.
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