El doctor cubano William Pérez, uno de los cinco médicos condenados recientemente por homicidio por imprudencia tras la asesinato de un paciente en diciembre de 2021 en el Hospital Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, en la provincia de Granma, afirmó que ni sus compañeros ni él son “asesinos” “ni nos pueden enjuiciar como tal”.

De acuerdo con lo que subrayó el experto en primer valor de la peculiaridad de Cirugía Universal en monopolio al periodista Ernesto Morales, se sintió “desprotegido desde el punto de panorámica admitido” tras poseer sido audiencia por “personas que no tienen la capacidad médica necesaria”.

Según expresó el mozo de 27 abriles al revelar las irregularidades que existieron en el causa vocal por negligencia, que tuvo circunscripción a finales de noviembre pasado, “teníamos que poseer sido juzgados por personas con detención nivel comprobado”.

“Lo más triste es que quedamos a disposición de las mismas personas que de una modo sobrado agresiva nos llevaron a un causa sin ningún medio ambiente. A las mismas que se equivocaron y que obraron con tanta indolencia sobre nosotros”, dijo haciendo sugerencia a las autoridades de Salubridad de Granma, que “no pudieron demostrar nulo” y algunas “ni sabían lo que estaban hablando”. 

“No podía creer que llevaba dos abriles siendo investigado. Fue sobrado doloroso tener que hacer una residencia tan esforzado como la de Cirugía Universal en medio de todas estas circunstancias”, acotó Pérez, que cuando ocurrieron los hechos era residente de tercer año.

Pérez, que fue sentenciado definitivamente a un año de prisión domiciliaria y ha quedado a disposición de la Dirección Provincial de Salubridad, precisó que los acusados podrán “practicar como médicos, pero no como cirujanos”.   

“Me indigna que determinado crea que nos confabularamos como una secta de bandidos para que el desenlace de un paciente fuera la asesinato. Nunca lo voy a aceptar”, agregó Pérez, que reconoció que “el impacto psicológico ha sido muy holgado para nosotros”. 

Sin violar ningún protocolo

El doctor recalcó que el paciente, que “había tenido un desnivel de moto y que lamentablemente murió 48 horas luego de datar al hospital”, “estaba estable hemodinámicamente”. 

“Nunca estuvo inestable en la sala, sino que (su condición) cambió en el interior del salón. No violamos ningún protocolo en ningún momento”, señaló sobre el paciente, que “llegó en horario de la mañana, se le clasificó y se puso en observación, como está establecido”.

Durante el causa celebrado en el Tribunal Provincial de Bayamo, Pérez declaró que no había tenido que ver con la recibimiento y la supuesta clasificación “inadecuada” del paciente, que tuvo a su cargo el doctor Ristian Solano Ortiz, que era el principal de la estancia de Cirugía ese día y a quien dieron la condena más larga.

No obstante, dejó claro que “inicialmente” no había evidencia para creer que se trataba de un paciente politraumatizado, es proponer, que tenía “dos o más lesiones graves en dos o más sistemas que interaccionan fisiopatológicamente”, lo que provocaba “una inestabilidad hemodinámica” y ponía “en peligro su vida”.  

Asimismo, puntualizó que su rol en la cirugía en la que falleció el paciente era la de instrumentista, o sea, que debía contar las compresas y el instrumental, y ensamblar la bandeja quirúrgica, para que “mis compañeros pudieran penetrar adecuadamente a la cavidad ventral y corregir el problema intraabdominal”.

“Como instrumentista en un salón de operaciones no era mi función estar irresoluto, percatarme o tomar acciones quirúrgicas con respecto a lo que se estaba realizando”, explicó.

Investigados por los expertos equivocados

Para Pérez no hay dudas de que la doctora Ingrid Puerto Mateo, encargada de la comisión investigadora del caso, que compareció en el causa, “no recibió consultorio de ninguna persona que científicamente estuviera capacitada para enjuiciar el representar de especialistas en medicina común”. 

“Me cuestiono sobre qué pulvínulo esta comisión tomó una audacia sin contar con el criterio de personas científicamente competentes”, indicó sobre el hecho de que especialistas en Medicina Universal Integral decidieran sobre el futuro de “especialistas que se dedican a la Cirugía Universal”. 

“No es este tipo de versado el capacitado para determinar si se obró adecuadamente o si se obró mal”, apuntó sobre quienes se hicieron una idea “a partir de lo que ellos consideran que habría estado adecuadamente y que nosotros dejamos de hacer”.

Aunque Puerto Mateo consultó a las doctoras Daimir Ricardo Martínez, experto en primer y segundo valor de Cirugía Universal, y Miriam Escolta, experto en Medicina Constitucional, que fue quien realizó la necropsia,“no existe evidencia física de que dijeran poco ni en contra ni a protección de nosotros”. “En ningún momento dijeron que se hubiera obrado mal o con negligencia”, comentó.  

Pérez todavía expuso que al causa asistieron dos peritos, cuando debían poseer sido un número impar, no fueron los mismos que estaban en la registro oficial original planteada por la Fiscalía, y evidenciaron que desconocían los hechos. 

La desliz de fortuna médicos

En diciembre de 2023, el urólogo Aldo Luis Zamora Varona, quien trabaja en el mismo hospital, denunció que la marcha de fortuna médicos habría sido la causa de la asesinato del paciente.

La desliz de instrumentos vitales como pinzas para controlar hemorragias y suturas no reabsorbibles complicó significativamente la cirugía, dijo Zamora Varona. 

El médico resaltó que solo pudo completar la operación que en un inicio salvó la vida del mozo, gracias a que él recordó que en su maletín guardaba el hilo de sutura reabsorbible.

En principio los especialistas habían recibido una punición administrativa correspondiente a seis meses sin poder practicar en el citado hospital, pero el caso salió a luz nuevamente tras una denuncia y los médicos fueron enjuiciados bajo los cargos de  “presunta responsabilidad penal”.