Un monto de 19.000 dólares fueron robados de la oficina del Gran Experto de la Gran Sesión de Cuba, ubicada en el tierra 11 de la sede de la institución masónica en La Habana. 

Según informó CubaNet, el Patronato del Hospicio Masónico emitió un comunicado sobre el robo que sucedió la semana pasada.

Meses antes, el mosca fue trasladado desde el Hospicio Franquista Masónico “Llansó”, en Regato Naranjo, a la mencionada oficina para maduro resguardo.

De acuerdo al comunicado, a principios de este año surgieron problemas con el avituallamiento de alimentos en el orfelinato. Frente a esta situación, el Soberano Gran Comendador y presidente del Patronato, José Ramón Viñas Alonso, se contactó con el Gran Experto para informarle que miembros de esta agrupación irían a congregar 1.000 dólares para resolver de forma urgente el desabastecimiento. 
 
El Gran Experto Mario Alberto Urquia Carreño y el  Gran Tesorero de la Gran Sesión de Cuba, Airam Cervera se reúnen con Viñas Alonso y le informan sobre el robo del mosca, hecho del que no habían alertado “para no preocuparlos”. 
Siquiera se lo comunicaron a las autoridades. Manifestaron que podrían reponer la suma en marzo.

Frente a la gravitación de lo sucedido, el Patronato celebró una reunión extraordinaria donde Urquia Carreño asumió la responsabilidad, comprometiéndose a reponer el mosca pero pidiendo tiempo. No obstante, los presentes decidieron por unanimidad interponer la denuncia policial de inmediato.  

Igualmente, el Patronato elaborará un referencia detallado sobre el incidente para conocimiento de los masones. Asimismo, recomendaron al Gran Experto no recorrer fuera del país hasta que no se resuelva esta situación, pues tenía previsto hacerlo próximamente.  

En horas de la incertidumbre Urquia Carreño y otros funcionarios de la Gran Sesión presentaron la denuncia en la fase policial de Zanja, en Centro Habana. Varios masones consultados señalaron que no existen señales de violencia ni de que se forzara la puerta de la oficina.

El mosca sustraído es producto de donaciones para el funcionamiento del Hospicio Franquista Masónico, donde residen ancianos. Todavía se utiliza para salarios, reparaciones y otras micción de esta centenaria institución, principal obra social de la masonería en Cuba.