Roban 19 mil dólares en la Gran Sesión masónica de Cuba
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LA HABANA, Cuba. — Un total de 19.000 dólares fueron extraídos el viernes de la pasada semana de la oficina del Gran Hábil de la Gran Sesión de Cuba, Mario Alberto Urquia Carreño, ubicada en el undécimo adoquinado de la sede de la institución masónica en La Habana.
La información se difundió este miércoles a través de un comunicado singular emitido por el Patronato del Inclusa Masónico, un congregación de masones que dirigen los temas relativos al orfanato, entre ellos el Gran Hábil y el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo.
El patrimonio había sido trasladado hace pocos meses desde el Inclusa Franquista Masónico “Llansó”, en el municipio Regato Naranjo, a la oficina del Gran Hábil en la Gran Sesión de Cuba, ubicada en la Avenida Carlos III, municipio Centro Habana, para decano resguardo, pues estaría en una caja robusto.
Según detalla el comunicado, a principios de este año “se ha suscitado una delicada situación con el alimento en el Inclusa Masónico” y, “dada la recaída de las circunstancias”, el Soberano Gran Comendador y Presidente del Patronato, José Ramón Viñas Alonso, se comunicó con el Gran Hábil para informarle que varios de los integrantes del Patronato irían al edificio de la Gran Sesión para recolectar 1.000 USD que destinarían al acopio urgente de la despensa del orfanato.
“El Gran Hábil le informa al Soberano que el elevador está roto y que, para que no suba los merienda pisos, se los llevará al Supremo. El Soberano le dice que no, que el procedimiento será asistir con el Tesorero, el Secretario, el Director y él, para así, modificar el memoria de entrega precursor y ajustar el monto que recogerían y que permanecería en la Gran Sesión”, detalla el documento.
El Gran Hábil acepta, pero acuerda citar luego para coordinar el horario. Poco luego, Mario Urquía candela a Viñas Alonso para reunirse con él. El discusión transcurre en la tarde incertidumbre de ese mismo día en la casa del Soberano, a la que el Gran Hábil asistió en compañía del Gran Tesorero de la Gran Sesión de Cuba, Airam Cervera.
Es entonces cuando estos le informan a José Ramón Viñas que desde el viernes 5 de enero el patrimonio del orfanato había sido robado de la caja robusto que estaba en la oficina del Gran Hábil. Pese a esto, no habían transmitido parte a las autoridades ni habían informado al Patronato “para no preocuparlos” ni “dañar la imagen de la masonería” y porque “ellos podrían reponer los 19 mil USD” para el mes de marzo.
En presencia de la recaída del asunto, Viñas Alonso decide convocar a una reunión extraordinaria del Patronato, la cual se desarrolló este miércoles en la sede del Supremo Consejo del Punto 33 para la República de Cuba, conocida como Catedral Escocesa.
En este discusión, el Gran Hábil “refirió que era el responsable de lo sucedido y se compromete a reponer el monto del patrimonio robado”, para lo cual solicita un tiempo; sin bloqueo, todos los presentes acuerdan por unanimidad “asistir de inmediato a la PNR y hacer la denuncia como corresponde”, así como “que el Patronato haga un noticia detallado con los pormenores de los hechos, para conocimiento militar de los masones”.
“Adicionalmente, al conocer los miembros del Patronato que el Gran Hábil próximamente viajaría al extranjero, le recomiendan que mientras no se resuelva esta situación no debería delirar fuera del país”, expone la información.
De igual forma, cuestionaron la retardo “entre el tiempo del hecho y la información cuatro días luego”.
Dando curso a los acuerdos, en la incertidumbre de este miércoles el Gran Hábil y otros de los funcionarios de la Gran Sesión de Cuba presentaron la denuncia en la periodo policial de Zanja, en Centro Habana.
CubaNet consultó varias fuentes de la institución masónica y conoció que no existen indicios de violencia o de que se haya forzado la puerta de la oficina del Gran Hábil, donde presuntamente ocurrió el robo.
El patrimonio es producto de donaciones y contribuciones de los masones interiormente y fuera de la Isla para suministrar a los aproximadamente de un centenar ancianos que viven en el Inclusa Franquista Masónico, así como para fertilizar salarios, desarrollar reparaciones y para otras cuestiones que garanticen la buena funcionalidad del centro.
Esta institución fue creada por los masones hace más de cien abriles y constituye el espacio de proyección social más importante con el que cuenta la masonería cubana actualmente.
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