Migdalia Gutiérrez Padrón, mamá del preso político Brusnelvis Cabrera Gutiérrez, se encuentra plantada fuera de la prisión 1580 en el municipio de San Miguel del Padrón en La Habana. La mujer reclama atención médica para su hijo, condenado a 10 abriles de gayola por participar en las protestas del 11 de julio de 2021, que lleva semanas sintiéndose mal.

Gutiérrez Padrón se niega a moverse del oportunidad hasta que su hijo no sea trasladado a un centro hospitalario, regalado que el verde se siente decaído y ha perdido mucho peso, según lo que contó al Observatorio Cubano de Derechos Humanos. “Sola como estoy no me voy hasta que lo saquen para un hospital”, ha asegurado la mujer.

Brusnelvis Cabrera Gutiérrez, de 24 abriles, fue trasladado al centro penitenciario de mayor rigor 1580 en agosto pasado. “A esa gayola le dicen igualmente ‘el secadero’ porque ahí todos están muy flacos, pasan mucha penuria. En todas las prisiones en Cuba se pasa 99,9% de penuria, pero en esa se sufre el 100%”, contó a este diario la mamá. 

El cambio de gayola ocurrió tras varios días de que el verde se negara a ingerir alimentos y ponerse el uniforme en la prisión del Combinado del Este de La Habana. La mamá vio el cambio con suspicacia: “De la dictadura yo no espero mínimo bueno. La dictadura no da mínimo bueno ni nosotros lo queremos”, dijo entonces a 14ymedio. “Veo que es una prisión con muchas complicaciones. No hay mínimo benévolo en este traslado”.

Cabrera Gutiérrez fue condenado inicialmente a 15 abriles de gayola por presuntamente manifestarse en las protestas populares del 11 de julio de 2021

Cabrera Gutiérrez fue condenado inicialmente a 15 abriles de gayola por presuntamente manifestarse en las protestas populares del 11 de julio de 2021 (11J), una décimo que tanto el verde como su tribu niegan enfáticamente. El pasado año, su condena fue estrecha a 10 abriles tras un sumario de casación.

Migdalia Gutiérrez Padrón ha sido una de las madres de presos del 11J que ha mantenido una denuncia más constante en los espacios públicos y las redes sociales. En julio de 2022, durante la recorrido del primer aniversario de las protestas, la mujer fue detenida durante unas horas por vestirse de blanco.

Gutiérrez Padrón alega, adicionalmente, que las pruebas contra su hijo son espurias. Durante el primer sumario, ocurrido en marzo del pasado año, la imagen de un verde sobre una motocicleta que, con el movimiento de su mecenas, convocaba a los manifestantes, le bastó al Tribunal para condenarlo, a pesar de que la mamá ha rebatido con insistencia que ese fuera su hijo: “El muchacho de la foto no tiene tatuajes en el mecenas y mi hijo lo tiene saciado de tatuajes”.

Ahora, Migdalia Gutiérrez Padrón está llevando a promontorio una nueva batalla, pero esta vez es ella la que se ha plantado a las cercanías de la gayola.

El concepto de “plantarse” comenzó a estar de moda en Cuba a partir de 1959, cuando fueron condenados los primeros prisioneros políticos tras la aparición al poder de Fidel Castro. Muchos de aquellos reclusos se negaron a aceptar los planes de rehabilitación en la gayola, a ponerse el uniforme y a realizar ciertos trabajos forzados. Para los familiares de los reclusos, significa protestar y mantenerse intransigente hasta que las autoridades penitenciarias mejoren la situación del prisionero o lo liberen.

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