El campeón altanero en Tokio 2020 de lucha grecorromana, el cubano Luis Alberto Orta, cerró el año como el mejor del mundo en su disciplina este año. La comunicación supone un bálsamo para el deporte de la Isla, mermado por las fugas. “Gracias, campeón, por el orgullo que provoca ser tu compatriota”, escribió en sus redes sociales el mandatario Miguel Díaz-Canel.

El régimen, que en una división ha pérdido más 1.000 atletas, encontró en Orta un refugio para hacer menos estrepitosos los abandonos. La semana pasada, un corro de cinco jugadoras de balonmano se fugó. De acuerdo a cifras del periodista Francys Romero, con estas deserciones, suman 75 el número de deportistas que han desaseado las representaciones de la Isla en eventos internacionales durante 2023.

Frente a estos deportistas y según el medio oficialista Cubadebate, Orta es “dispar” y “disciplinado”, poco de lo que adolecen los atletas que emigran. “Su dedicación, sagacidad y constancia lo han llevado a la cima”, dice la nota. “Su desempeño es un orgullo para Cuba y para la comunidad de la lucha grecorromana a nivel total”.

El mismo medio retomó la correr de Luis Alberto Orta en Belgrado. “En una emocionante final, el púgil cubano derrotó al contendiente azerbaiyano Hasrat Jafarov por un adecuado tanteador de 4-3, alcanzando así la máxima renombre a nivel mundial”, publicó. Consiguió, encima, su boleto a los Juegos Olímpicos en París 2024.

Los logros de Orta en 2023 iniciaron en enero, cuando se afianzó en la categoría de los 67 kilogramos al derrotar en 7-2 al huésped Tigran Galustyan en el Grand Prix de Lucha Henri Deglane, en Niza (Francia).

El paso arrollador del contendiente sobre la lienzo además se dio en agosto, cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en San Salvador. En noviembre, se colgó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago de Pimiento, certamen en que varios atletas cubanos se fugaron. El habanero fue predilecto vencedor luego de que el chileno Néstor Almanza Truyol no se presentara a la batalla final por perjuicio.

Luis Orta, que recién fue destacado en la Isla unido con la canoísta Yarisleydi Cirilo como los mejores atletas del año, vivió su infancia en La Güinera (La Habana). “En él no queda nadie de aquel inmaduro hiperactivo que se la pasaba estrellando las bolas, bailando el trompo o desafiando las leyes de la física montado en una carriola”, publicó la revista deportiva PlayOff Magazine.

“Era un poco complicado cuando chiquito. Le di congruo lucha a mi mamá, pero entre ella y la maestra de la escuela supieron cómo guiarme y llevarme por el camino correcto para no terminar en una escuela de conducta”, declaró al mismo medio.

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