MIAMI, Estados Unidos. — En medio de la crisis económica que atraviesa Cuba, son muchos los habitantes de la Isla que apuestan por el al juego de la bolita para intentar ganarse la vida.

En Guantánamo, la más uruguayo de las provincias cubanas, la abalorio es un coyuntura muy popular. Ello, pese a estar prohibido por las autoridades, que frecuentemente desmantelan los bancos que se dedican a organizarla.

Quienes conocen de su actos aseguran que para la abalorio cubana se escogen números de loterías de diferentes estados de Estados Unidos: Florida, Georgia y Nueva York.

“Con un sueldo en Cuba no puedes hacer nadie, por eso muchos tienen que personarse a la abalorio para intentar resolver los problemas”, dijo a CubaNet un nativo de la provincia de Guantánamo.

Quiniela al fin, la abalorio ofrece un sinnúmero de posibilidades: quienes apuesten un peso tienen la posibilidad de ganarse sesenta, quienes jueguen 100 pesos pueden conservarse a ingresar 6.000. Asimismo está quienes se ganan un palé, que es la combinación de dos números del uno al cien.

“La abalorio es el sueño del escaso. Siempre se ha jugado clandestinamente. No la permiten, pero ellos (las autoridades) permiten otro tipo de juegos, como las peleas de desentono”, señaló otro guantanamero.

Aunque el régimen castrista prohíbe terminantemente la realización de esta actividad, esta se lleva a promontorio a diario en todo el zona franquista de forma masiva.

El Código Penal cubano recoge en su artículo 251 el delito de juegos prohibidos. La persona declarada culpable por ese delito puede confrontar a una ratificación de privación de exención de uno a cuatro primaveras por ser banquero. La ley establece los mismos primaveras de prisión para “empresarios, colectores, expendedores, apuntadores, o promovedores de juegos ilícitos o los que en cualquier forma cooperen o presten ayuda con este fin”.

En agosto de 2020, en plena pandemia de COVID-19, las autoridades de la Isla informaron sobre la detención de un banquero del popular coyuntura en Camagüey. En aquella ocasión, los agentes del orden decomisaron más de un millón de pesos.