AREQUIPA, Perú. – Santiago de las Vegas, emplazado a unos 16 kilómetros al sur de La Habana, ha experimentado cambios en su categorización desde 1976, cuando dejó de ser un término municipal y pasó a subordinarse de Boyeros, que antaño era uno de sus barrios. Aunque actualmente resulta desafiante definirlo como barriada, espacio o paraje, esta aldea tiene una historia rica. 

En 1745 obtuvo la categoría de comunidad; 30 abriles a posteriori se le concedió el título de villa y en 1824 alcanzó el status de ciudad. A lo derrochador de los abriles, Santiago de las Vegas ha mantenido su energía y actividad, destacándose por su decadencia y índole. 

Su escudo refleja los atributos del trabajo, simbolizando la entorchado de los leñadores andaluces y campesinos canarios que se establecieron en el corral de Sacalohondo. Su nombre, establecido en 1691, se debe a las plantaciones de tabaco que existían en el paraje y la devoción a Santiago Catequista de sus pobladores.

Santiago de las Vegas experimentó un crecimiento significativo con el tiempo. En 1830, su barriada Calabazar se convirtió en un oportunidad de veraneo, seguido por Rancho Boyeros en 1840. 

Dos abriles antaño, en 1838, se había establecido el barriada El Rincón a partir de un modesto apeadero del ferrocarril Habana-Bejucal, albergando desde 1917 el leprosería y el conocido santuario dedicado a San Lázaro Prelado. 

Asimismo, la proceso de Santiago de las Vegas incluyó hitos como la creación de su primer circular en 1863, el establecimiento del primer alumbrado conocido en 1875, la formación de la primera orquestina en 1879, la comprensión de la primera sesión masónica en 1880, y la inauguración del primer cinematógrafo en 1907.

Encima, en 1904 comenzó a especular la Época Práctico Agronómica en la aldea, que seguidamente se convirtió en el Instituto Franquista de Investigaciones de la Agricultura Tropical donde el obligado sabio Juan Tomás Roig desplegó una destacada entorchado.

Santiago de las Vegas fue el proscenio de la primera celebración del Día de las Madres en Cuba en 1920. En esta aldea además nació el renombrado novelista italiano Ítalo Calvino.

A lo derrochador de los abriles, el poblado recibió la encuentro de distinguidas personalidades, entre ellas Federico García Lorca y Albert Einstein en 1930, el ajedrecista José Raúl Capablanca en 1937 y 1938, el cantante Jorge Negrete en 1945, el expresidente de Guatemala Jacobo Arbenz en 1960 y el papa Juan Pablo II en 1998.